La escuela maternal francesa

Las Escuelas Maternales  (equivalente a nuestras escuelas de Educación Infantil), se llaman así desde el año 1881, cuando las Salles d´Asilo, (Salas de Asilo) fueron transformadas gracias a la gestión de la educadora de Pauline Kergomard y en 1882 se establece que tengan carácter público y sean gratuita, mixta y laica, pero no obligatoria.

Pauline Kergomard (1838-1925) se asoció desde los comienzos de la III República a las reformas educativas. Desde 1879 defendía una escuela maternal más estimulante para la evolución física e intelectual de los niños, denunciando la función de “guarda” y de adiestramiento colectivo de los niños y en 1881 fue nombrada inspectora general de las escuelas maternales.

A través de la observación de la escuela que tenía su tía aprendió las bases de la pedagogía, que luego pondría en marcha. Tras ser nombrada inspectora de las escuelas pretendía extender una metodología que respetara al niño, por lo que se dedicó a la formación de maestras y al desarrollo de la educación.

Su metodología.

• Hay que preparar la clase con bastante seriedad, anticipadamente y a conciencia. Lo que se pretende con esto es tener los contenidos a impartir perfectamente claros, para no crear una situación de inseguridad o de no credibilidad. El docente debe estar seguro y concienciado de lo que va a explicar para que llegue a los alumnos de manera directa y clara.

• Después de la preparación de la clase, hay que estudiar profundamente los ejemplos, anécdotas y la originalidad del discurso para que atrape la atención del alumno y sepa relacionar los contenidos con situaciones ya vividas o del día a día.  Por otra parte, todo aquello que se aprenda y que se relacione con un ejemplo o con un suceso vivido por el niño, se recordará de manera más profunda y prolongada.

• Todo este proceso debe contrastarse con elementos escritos e interactuar con una buena explicación oral y con un lenguaje asequible a los alumnos.

Su filosofía

Consiste en el respeto al niño, en el rechazo a los ejercicios escolares, en la gran importancia del juego y actividad natural, en que el niño forme su personalidad y autonomía, en que el niño toque, observe, pregunte y forme hábitos intelectuales y también se destacan los sentidos como receptores del aprendizaje.

Su Objetivo 

"Desarrollar todas las posibilidades del niño, para permitirle formar su personalidad, y darle las mejores probabilidades de salir adelante en la escuela elemental y en la vida, preparándolo para los aprendizajes posteriores".